Groove
Esa falta de liviandad. Ese peso. Siempre me alcanza. Y me deja frío. Y lo que más miedo me da es que todos pueden oler ese frío. A varios metros de distancia. Sienten un soplido. Y se dan la vuelta. Hasta las personas que más te quieren. Se van. Porque es mejor ser liviano. Da pereza cargar un bulto. Y esa historia se repite. Alrededor mío. Y adentro. No puedo sino recitar las palabras de Philip K. Dick (más detalles adelante, próximamente) en el fondo de mi cabeza. Ese espacio donde sólo suenan las canciones que más me gustan y donde hablan voces misteriosas que en ciertas ocasiones creo entender más que ninguna otra cosa. Aunque no siempre estoy seguro de eso.