Películas de Terror 1
En la noche llegamos al edificio en el que los dos vivimos y al entrar al ascensor empezamos a despedirnos. Fue extraño. Yo quería más. No tenía nada que hacer. Ella dijo que su padre le esperaba y puso una cara extraña. Fue nuestro primer momento extraño. En toda una tarde.
Entré al departamento y busqué el teléfono. Tenía que llamar. Era cierto. Pero ahora no me importaba tanto. Todo estaba oscuro. Había cerrado las cortinas la noche anterior, o quizás hace más tiempo, y me había olvidado de abrirlas de nuevo. Sólo un vaso de agua que había dejado en el piso brillaba. Como plata derretida. Caminé al cuarto. Me eché en la cama. Miré las cosas de Tu. Las guardé. Todavía a oscuras. Acostumbrándome a la luz. Sentí que le estaba traicionando.
En la mañana sonó el timbre de la puerta. Era Victoria. De nuevo una falda como si estuviera camino al colegio. De nuevo una camisa blanca. De nuevo un cintillo en el pelo. Me miró y sonreímos. Creo que olvidamos la sensación de ayer. Le pedí que entrará. Hizo algunos comentarios acerca del departamento. El olor. Luego prendió el televisor. Tienes películas, preguntó. Algunas. Están ahí, señalé. Varias de ellas sin abrir.
Empezó a rebuscar un montón de películas que había en el piso. Lanzaba las cajas hacia atrás. Desinteresada. Luego se sentó en el sillón nuevamente y cambió de canal. Mirando el televisor dijo: a mi me gustan las películas de terror. No supe qué responder. Me senté al lado suyo. Luego le ofrecí algo de tomar. Una gaseosa, dijo. Me levanté. Había cola en la refrigeradora pero estaba sin gas. Era vieja. Victoria tomó un sorbo y la dejó a un lado. Le miré las rodillas. Empecé a sentirme nervioso. Inquieto. No ponía atención al programa. No decía nada. Luego ella encontró una película. Yo no veía nada en la pantalla. Imágenes sueltas. Interferencia. Blanco y negro. Pero poco a poco. Fui respirando. Y pensando. Y vi imagenes... Era algo sobre un niño que vivía en el campo. Y tenía un amigo que era extraterrestre. El extraterrestre era pequeño y parecía un niño o un enano con un disfraz puesto encima. Se metían en aventuras. Viajaban en la nave espacial del extraterrestre. Distancias cortas. Todo parecía dentro la misma granja. La película terminó. Vamos a arrendar películas, dijo Victoria. Mi papi y yo somos socios de un club que queda cerca. Bueno.
Bajamos por el ascensor. No dijimos nada. Caminamos dos cuadras. Giramos a la derecha. Olor de BA. Yo le seguía a ella. Victoria empezó a hablar.
"¿Has visto El Amanecer de los Muertos?"
"No."
"¿La Profecía?"
"No."
"¿Ringu?"
"No."
"¿Saw?"
"No."
"¿Saw 2?"
"No."
"¿La Maldición?"
"No."
"¿Cizaña?"
"No."
"¿Sin Retorno Posible?"
"No."
"¿Criaturas Malditas?"
"No."
"¿Jeepers Creepers?"
"No."
"¿Qué haz visto?"
"Antes de venir a la Argentina vi Odisea Espacial: 2001. Me gustó."
"De Kubrick. Es un poco aburrida. ¿Haz visto El Resplandor?"
"No."
"Esa me gusta mucho más."
En la casa Victoria puso una película. Creo que era de tarde. A los quince minutos de empezada. Victoria me tomó de la mano. Me puse nervioso. Pasaron unos instantes. Se pegó a mí. Estiré mis brazos y la abrazé. Después de quince minutos. Tal vez más. Empecé a besar su cuello. Victoria giró su cabeza. Nos besamos en la boca. Cerré los ojos. Sentí. Giré mi lengua. La subí. Sentí su paladar. Mezclé mis babas inquietas. Con las suyas babas. Apretaba su brazo y su espalda. Cada vez más duro. Nos acomodamos. Nos besamos el cuello. Otra vez la boca. Luego ella me lamió los labios. No me gustó tanto pero no dije nada. Ló siguió haciendo. Nos miramos. Nos topamos las piernas. Sentí el interior de sus muslos. Luego ella retiró mi mano. Le apreté el pelo. Y nos volvimos a besar. La película continuaba de fondo. Escuché conversaciones. Y el sonido de un auto en una autopista. Nos detuvimos. Victoria sonrió y aplastó rewind. Volvimos a ver la película. Casi desde el comienzo. No puse mucha atención.
Una escena violenta. Aparece una criatura deforme. Pelos, brazos y garras. Dientes filudos. Se eleva del suelo. Grita. Parece estar echa de barro. Se derrite. Tiene mucha fuerza. Hay gritos. Hay una mujer corriendo. Hay un hombre. Está siendo devorado por la criatura. Hay sangre como chisguete. Victoria me suelta la mano. Gira su cuerpo hacia mi. Se arrodilla encima mío. Me besa. Mi ropa me aprieta. Me siento incómodo. Tengo mis manos en su cintura. Se acuesta encima mío. Acaricio sus muslos. Ella quita mis manos. Le abro las piernas con mis rodillas. Accede. Me acomodo. Me muevo. Ella me para. Nos besamos. Me muevo otra vez. Cierro los ojos. Tenemos la ropa puesta. Luego de un rato nos levantamos. Victoria se levanta. Se para. Aplasta pausa. Se sacude. Se acomoda la falda. El cintillo en el pelo. Se va al baño.
Yo me levanto. Voy a la cocina. Tomo agua. La película está en pausa. Un monstruo desfigurado está cuarteado en la pantalla. Parece moverse. Respiro. Victoria regresa. Nos abrazamos. Vemos el resto de la película. Vemos otra.